Al cabo de dos años difíciles, en 2021 se ha confirmado que el 737 MAX volverá a surcar los cielos. Las entregas de Boeing han retomado, más de la mitad de los aviones mantenidos en tierra desde marzo de 2019 han reanudado sus operaciones comerciales y se han recibido nuevos pedidos. Estas son excelentes noticias para Safran, socio de larga data de Boeing para la familia 737.
Noviembre de 2020: 18 meses tras la suspensión de vuelo como consecuencia de los accidentes de los aviones de Lion Air y Ethiopian Airlines, las partes interesadas del 737 MAX por fin ven luz al final del túnel. En virtud de las actualizaciones del software de la aeronave y los cambios en los procedimientos de entrenamiento de los pilotos, la FAA, el organismo regulador de la aviación de EE. UU., levanta sus restricciones de vuelo para el 737 MAX. A este primer voto de confianza por parte de las autoridades estadounidenses le siguieron las aprobaciones de sus homólogos brasileños, canadienses y europeos. Boieng puede reanudar la entrega de sus 451 aviones en bodega, y los 387 aviones estacionados en todo el mundo podrán retomar gradualmente su servicio comercial. GE Aviation y Safran Aircraft Engines, socios de CFM International, se han estado preparando durante meses para la nueva entrada en funcionamiento de los LEAP-1B, motores exclusivos del 737 MAX. Durante todo el periodo de inactividad, los equipos de asistencia al cliente trabajaron en estrecha relación con las aerolíneas en la aplicación de procedimientos de conservación y mantenimiento de los motores para facilitar la reanudación de las operaciones.
"El triple objetivo de los equipos de CFM ha sido ayudar a Boeing a entregar los aviones en bodega, acompañar a las aerolíneas en la vuelta al servicio de sus aeronaves y brindarles un servicio de asistencia intachable. Todas nuestras acciones ayudan a restaurar la credibilidad del 737 MAX. La credibilidad de Boeing, Safran y CFM también está en juego", explica Raphael Cohana, responsable del programa LEAP-1B de Safran Aircraft Engines. La vuelta al servicio del MAX es sin duda una prioridad importante para Safran, socio de Boeing para la familia 737 desde hace cuatro décadas. El éxito comercial de las generaciones sucesivas de 737 equipados exclusivamente con motores CFM56 ha sido fundamental para el éxito de la empresa conjunta CFM y, por extensión, de las actividades de propulsión de Safran. Incluso hoy, de los 15 000 pedidos de motores LEAP, más de la mitad son de LEAP-1B.
En diciembre de 2020, las aerolíneas GOL Linhas Aéreas y American Airlines son las primeras en reintegrar el MAX a sus operaciones comerciales. Entre los meses de marzo y abril del 2021 el ritmo de reactivación se estancó durante algunas semanas, tras el descubrimiento de un posible problema eléctrico en la aeronave. Pero ya nada parece capaz de detener al MAX: en mayo, la compañía estadounidense Southwest Airlines, socio de larga data de CFM, renueva su confianza en Boeing al realizar un pedido de 100 MAX adicionales. Ryanair, otro cliente importante de la combinación 737 con motor CFM, finalmente toma posesión de sus primeros 737 MAX a mediados de junio. Aprovechando este impulso, a finales de la primavera la aeronave superó el hito de las 100 000 horas de vuelo desde la reanudación de las operaciones.
"La vuelta al servicio del MAX es motivo de regocijo para todos nosotros, concluye Jean-Paul Alary, presidente de Safran Aircraft Engines. Actualmente más de 250 aviones están volando regularmente, para gran satisfacción de los pasajeros. El comportamiento del motor LEAP-1B en servicio es nominal y los equipos están haciendo un trabajo extraordinario para garantizar que esta vuelta al servicio sea un éxito".