GESTIONAR MEJOR LA ENERGÍA EN NUESTRAS PLANTAS: UN RETO IMPORTANTE PARA LAS BAJAS EMISIONES DE CARBONO
El Scope 2 de la estrategia Bajas emisiones de carbono del Grupo abarca todos los aspectos del ahorro de energía en nuestras plantas. La renovación de los edificios, el control del consumo y los contratos de electricidad verde son formas de consumir menos y mejor. El "sistema de gestión de la energía", aprobado el pasado mes de octubre, se inspira en las numerosas iniciativas puestas en marcha en las empresas del Grupo.
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omo recordó Olivier Andriès, director general de Safran, cuando se lanzó este nuevo sistema de gestión, "los objetivos del plan Bajas emisiones de carbono no podrán alcanzarse sin un control férreo de nuestro consumo de energía, un aspecto que cada vez vigilan más atentamente nuestras partes interesadas en el contexto de la presentación de informes climáticos". Aunque proyectos inmobiliarios como el Safran Additive Manufacturing Campus en Burdeos ofrecen un escaparate ejemplar de la eficiencia energética, no deben eclipsar los importantes esfuerzos realizados para optimizar las instalaciones existentes. Por ejemplo, la sustitución del alumbrado por LED sigue acelerándose en las plantas. En Safran Seats, donde se utilizan LED desde 2018, el ahorro ya asciende a 2500 toneladas de CO2 entre México, Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Túnez. En todas las empresas se están tomando medidas para reducir el consumo de energía.
De los edificios a la producción
Todas juntas, las pequeñas mejoras permiten ahorrar varias toneladas de CO2. En Safran Filtration Systems, se instaló un compresor de aire más pequeño en las instalaciones de Nexon: 1,5 toneladas menos de CO2 al año. En Molsheim, la atención se centra en la programación para garantizar que los equipos de los baños de tratamiento de superficies funcionen como es debido: 4 toneladas menos de CO2 al año. Ahora en los centros de mecanizado de Safran Transmission Systems se utilizan aceites reciclados: se necesita una décima parte de energía para producirlos. Además, la supervisión de los edificios revela un importante potencial de ahorro. En el centro de Safran Tech Paris-Saclay, la visualización en tiempo real del consumo permitió reducir el consumo de energía en un 19,4 % desde 2017, a pesar de contar con un mayor número de empleados. Muchas plantas, como Colombes, Querétaro, Suzhou o Corbeil, disponen ahora de contadores de energía. Y esta atenta observación del consumo nos permite remontarnos hasta el origen: ¿de dónde procede la energía que consumimos?
Cuando las plantas producen su propia electricidad
La instalación de paneles fotovoltaicos in situ es una forma de reducir la dependencia del mix energético tradicional. Como en Marruecos, donde la planta de Safran Nacelles en Casablanca producirá hasta el 20 % de su electricidad, gracias a más de 6500 m2 de paneles instalados a partir de diciembre de 2021. La energía producida permitirá ahorrar al menos 2000 toneladas de CO2 al año, el equivalente a 14 millones de kilómetros recorridos en coche. En Bélgica, Safran Aero Boosters invierte desde 2019 en energías renovables. La empresa añadirá 1 MW de energía fotovoltaica a los 200 kW de paneles existentes, y también tiene previsto instalar un aerogenerador de 1 MW para 2022. En Asia, Estados Unidos y Francia surgen otros proyectos de este tipo para descarbonizar parte de la electricidad consumida.
Compra de electricidad verde: un primer contrato importante
En México, la planta de Chihuahua hizo otra apuesta al firmar el 1 de julio un importante contrato para el suministro de electricidad generada por energía solar.
Iniciado y negociado por Safran Aerosystems México, este Power Purchase Agreement (PPA, contrato de compraventa de energía) beneficiará a las cuatro empresas del Grupo presentes en las instalaciones. El contrato, de tres años de duración, descarbonizará el 70 % de la energía consumida en las instalaciones, gracias a un campo solar cercano. Esto representa más de 40 000 toneladas de CO2 no emitidas en tres años. Este contrato de electricidad verde es el primero de este tipo que se firma en el Grupo. Un modelo que seguir, que de hecho ya se ha seguido: se está ultimando un segundo acuerdo en México para la planta de Querétaro, y se han iniciado varios proyectos del mismo tipo en el Grupo para la compra de electricidad verde, en particular en Estados Unidos.
CADA AÑO, UN NUEVO NIVEL
Aunque las iniciativas se multiplican, aún no se ha alcanzado el nivel de madurez en la gestión energética. El sistema de gestión de la energía puesto en marcha el 25 de octubre demuestra que es necesario sistematizar las acciones iniciadas. Como explica Bertrand Fiol, responsable del plan Bajas emisiones de carbono del Grupo, "las necesidades energéticas se clasifican en tres grandes pilares: bronce, plata y oro. Cada planta tiene como objetivo alcanzar un nivel más alto cada año. Se establecerá un sistema de auditoría para garantizar que las plantas de Safran cumplen las directrices de buenas prácticas y el calendario asociado. Nuestro objetivo es que en 2024 todas las plantas alcancen la categoría de oro”.
Red/Orange/Green: el ROG elimina el consumo innecesario de energía
Verde, naranja, rojo. En la planta de Molsheim, Safran Landing Systems ha asociado tres colores a cada uno de sus recursos de producción, en función de su complejidad y/o frecuencia de apagado. Se puede descargar un procedimiento que detalla cómo apagarlos y encenderlos escaneando el código QR que aparece en el equipo. Gracias a este sistema de gestión visual, todos los presentes pueden identificar y apagar las máquinas encendidas innecesariamente. El impacto de este ahorro energético se estima en 50 toneladas de CO2 al año. Esta innovación, que actualmente se está aplicando en Montreal, Bidos, Sendayan y Gloucester, se extenderá a todas las plantas de Safran a partir de 2022, como parte de nuestros compromisos de RSC "objetivo cero".
Valence aspira a los más altos estándares energéticos
Gracias a su diseño de bajas emisiones de carbono, el nuevo edificio de Safran Electronics & Defense generará un ahorro anual de 500 toneladas de CO2 en comparación con una solución de calefacción por gas: bomba de calor, planta fotovoltaica, fachadas bioclimáticas, ventilación de doble flujo con recuperación de calor, regulación automática de la iluminación 100 % LED. El consumo de energía, totalmente eléctrica, se controla mediante contadores secundarios de energía y un eficiente sistema de gestión técnica centralizado que permitirá optimizarlo aún más en el futuro. La producción local de nitrógeno permite prescindir de la instalación de un depósito de nitrógeno líquido y de las entregas en camión.
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